Esta es una novela de espías con el trasfondo de la Segunda Guerra Mundial en la tradición clásica del género, pero también mucho más que eso: es una reflexión sobre la humanidad en tiempos de guerra, sobre la política, sobre el mundo que nos legó aquella carnicería, y sobre el dilema de quien se enfrenta a perderlo, o salvarlo con todo lo bueno que también hay en él. Es además el recorrido vital de una generación de españoles que vivieron en primera persona los acontecimientos que se desataron en la Europa de 1939, y una deliberación sobre la mentira, la verdad, el amor y la guerra, la lealtad y las dudas a las que se enfrenta un hombre en conflicto.
El autor pone ante nuestros ojos con su narrativa (no exenta de humor en algunas ocasiones, y de dramatismo en otras, como la vida es) la vacuidad de las decisiones políticas y las entrañas de los servicios de espionaje. También el oportunismo y la vanidad humana, la falta de empatía de quienes tienen en su poder las vidas de todos nosotros, pero también la altura de algunos hombres, su valía y su sacrificio, y todo ello llevado por el leitmotiv de la música de aquella época (que esperamos disfrute el lector), así como de la literatura y la poesía de Brecht, de Prévert, de Elouard.
A ritmo de swing se compone, en definitiva, un cuadro de aquellos días, discontinuo, fragmentado, pero de lectura apasionante, que nos deja a las puertas de ese futuro incierto que todavía hoy pende sobre nuestras cabezas, aunque sea ya con otros actores. No olvide el lector que en esta novela, como avisa el autor, todos mienten.